La incorporación de herramientas tecnológicas y la implementación de la oralidad son determinantes para transformar el servicio de justicia: tienden a mejorar la atención, agilizar y simplificar los procesos, brindar mayor transparencia en la gestión y acceso a la información. El desarrollo de las innovaciones permite generar nuevas y mejores formas de trabajo judicial al readaptar las estructuras históricas de la institución y al mejorar la producción de datos tendientes a diseñar informes de gestión y estadísticas.

Si bien, a partir del contexto de pandemia, los poderes judiciales (tanto provinciales como federales) han avanzado hacia la modernización y digitalización de sus procesos, lo cierto es que no han logrado traducirlos de manera directa en una mayor accesibilidad y asequibilidad a los servicios de justicia¹. La incorporación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en las instituciones de los servicios de justicia debe, aun así, adoptar un enfoque diferencial centrado en la ciudadanía y contemplando la brecha digital (la falta de conocimiento, utilización o acceso a dichas tecnologías) que afecta a los grupos más vulnerabilizados. Es crucial también que los procesos de modernización incluyan el desarrollo de protocolos para el resguardo de la información digital y la seguridad en el uso de las herramientas tecnológicas.

1. 1. Acij, Acceso a la justicia en Latinoamérica. Reporte de resultados de la encuesta sobre la situación de acceso a la justicia en contexto de pandemia, desde la perspectiva de las organizaciones y activistas (2020). Disponible en: https://acij.org.ar/wp-content/uploads/2020/11/Resumen-Ejecutivo.pdf