Ministerio
Público Fiscal

Creación de una Policía Judicial

En la actualidad, las pruebas en el contexto de una investigación judicial las llevan a cabo las fuerzas de seguridad (en el ámbito federal y “nacional” de CABA, lo hacen la Policía de la CABA, la Policía Federal e incluso Gendarmería y Prefectura si correspondiere) que dependen del Poder Ejecutivo –ya sea Nacional o de CABA. Entonces los fiscales, para llevar adelante los procesos penales, quedan atados a otro Poder. 

Dicho esto, se propone que los fiscales, en la medida en que tengan a su cargo la persecución penal, cuenten con un cuerpo de investigadores que solo se dediquen a realizar las medidas de prueba, de una manera técnica, especializada e independiente del Poder Ejecutivo. El órgano que se encargaría de esto sería la todavía no existente Policía Judicial.

En Córdoba, Buenos Aires y CABA la creación de dicho órgano fue legislado y en algunos de ellos ya funciona. Sin embargo, en la órbita federal no hay ninguna propuesta oficial aunque sí existe un anteproyecto de autoría del Ministerio de Justicia (bajo la dirección del Ministro Garavano). La reforma aquí planteada también es parte de las Propuestas y recomendaciones del Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y el Ministerio Público.

No caben dudas que esta reforma solo es posible si se termina de implementar el sistema acusatorio en el que los fiscales asumirían la completa titularidad de la persecución penal.

A FAVOR

  • La investigación judicial en las etapas iniciales del proceso se tornaría más eficaz en la medida en que un Poder no le solicita colaboración a otro y se evitaría así posibles conflictos de interés o de prioridades.
  • Se extinguiría la llamada confusión de funciones de la policía, es decir, la tarea de brindar seguridad y prevenir la comisión de delitos, y la de investigar.
  • Disminuiría la cantidad de posibles violaciones de garantías procesales en virtud el mayor grado de coordinación con la fiscalía, conocimiento técnico e imparcialidad.

EN CONTRA

  • Dada la autonomía del Ministerio Público Fiscal, y si bien los tribunales controlarían su actuación, resultaría evidente el aumento de la discreción de su actuación.